La creciente tensión entre las universidades de élite de EE. UU. y la administración del presidente Donald Trump alcanzó un nuevo nivel el lunes, cuando el Gobierno federal congeló más de US$ 2,000 millones en subvenciones multianuales y US$ 60 millones en contratos tras la negativa de la Universidad de Harvard a cumplir con las exigencias de la Casa Blanca. Esta medida se produjo después de que la administración anunciara investigaciones a universidades a nivel nacional, alegando preocupaciones sobre antisemitismo o preferencias raciales, lo que amenaza con afectar miles de millones de dólares en financiación.
La postura de Harvard: firmeza frente a las presiones del gobierno
El presidente de Harvard, Alan M. Garber, dejó en claro en un comunicado que la universidad no aceptaría las condiciones propuestas por la administración Trump. «La universidad no renunciará a su independencia ni a sus derechos constitucionales», expresó Garber, destacando que Harvard no cedería ante las presiones políticas del gobierno.
Harvard se ha convertido en una de las primeras universidades en enfrentarse a las demandas de la administración Trump, que busca modificar las políticas y prácticas relacionadas con temas como el antisemitismo en los campus. Mientras tanto, otras instituciones educativas están evaluando cómo manejar una situación similar que pone en riesgo la autonomía universitaria y la financiación federal.
Respuesta de otras universidades
Universidad de Columbia
La Universidad de Columbia en Nueva York también ha sido blanco de la administración Trump. El 7 de marzo, el Gobierno anunció la retirada de US$ 400 millones en financiación debido a su incapacidad para frenar el antisemitismo en el campus, exacerbado por las protestas del año anterior. En respuesta, la universidad presentó un plan de acción para abordar las preocupaciones, aunque dejó claro que no renunciaría a su independencia académica. La presidenta interina de Columbia, Claire Shipman, subrayó que la universidad rechazaría cualquier intento de que el Gobierno dictara lo que deben enseñar, investigar o contratar.
Universidad de Princeton
La administración Trump también suspendió recientemente becas de investigación por un total de US$ 210 millones a la Universidad de Princeton debido a investigaciones sobre antisemitismo. El presidente de la universidad, Christopher Eisgruber, ha expresado su preocupación por la suspensión de los fondos, advirtiendo que proteger la libertad académica es esencial, incluso si la administración continúa presionando. Eisgruber calificó el ataque del Gobierno como «la mayor amenaza para las universidades estadounidenses desde el ‘Temor Rojo’ de la década de 1950».
Universidades de Cornell y Northwestern
El martes pasado, la administración Trump congeló más de US$ 1,000 millones en fondos para la Universidad de Cornell y US$ 790 millones para la Universidad Northwestern, citando investigaciones relacionadas con posibles violaciones de la Ley del Título VI, que prohíbe la discriminación en programas que reciben fondos federales. Ambas universidades han expresado su preocupación por los recortes y la falta de claridad sobre los fundamentos de estas decisiones, subrayando que los fondos congelados son esenciales para investigaciones cruciales en áreas como la salud y la ciencia.
La lucha por la independencia académica
A pesar de las presiones, las universidades siguen comprometidas con la defensa de su autonomía académica y su independencia frente a las influencias políticas externas. La situación ha desatado un debate sobre el futuro de la educación superior en EE. UU., ya que muchas universidades se ven amenazadas por la posibilidad de perder financiación vital debido a desacuerdos con la administración.
El rechazo de Harvard a las exigencias de Trump y las respuestas similares de otras universidades de prestigio reflejan una creciente tensión entre el sector educativo y el Gobierno, una lucha que podría definir el rumbo de la educación superior en el país en los próximos años. Mientras tanto, las universidades continúan defendiendo su misión educativa, su independencia y sus valores fundamentales frente a las presiones externas.