El Estadio Nemesio Diez vivió una tarde de nostalgia y magia futbolística con el primer Clásico de Leyendas entre Barcelona y Real Madrid en México, que congregó a 30 000 aficionados. Tras un vibrante empate 2-2 en los 90 minutos, el triunfo se definió en una larga tanda de penales que favoreció al conjunto merengue por 8-7.
Un duelo de grandes figuras
Las camisetas de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo inundaron las gradas mientras ídolos como Luis Figo, Marcelo, Guti e Iker Casillas se encargaban de animar al Real Madrid, y Carles Puyol, Rafael Márquez, Andrés Iniesta, Rivaldo y Javier Saviola hacían lo propio por el Barcelona
Goles de antología
Luis Figo abrió el marcador con un disparo cruzado al minuto 18, y Marcelo amplió la ventaja al 22 con un toque sutil tras internarse por la banda izquierda. El Barcelona reaccionó antes del descanso: Puyol conectó un certero cabezazo a la salida de un córner (1‑2, min. 31) y Saviola igualó poco después, aprovechando otra jugada de estrategia (2‑2, min. 34)
Drama desde los 11 pasos
La tanda de penales se extendió hasta 20 remates. Por el Barça fallaron Saviola, Phillip Cocu y Juan Carlos, mientras que por el Madrid erraron Agustín y Fernando Sanz. Finalmente, Raúl Bravo convirtió el penal decisivo que selló la victoria blanca por 8-7
El espectáculo dejó a la afición extasiada y marcó un hito en la historia de los eventos deportivos en México, confirmando al Nemesio Diez como sede ideal para encuentros de alto nivel y gran carga emotiva.