El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, encendió la tensión diplomática con Venezuela tras lanzar una propuesta formal a Caracas para realizar un inédito canje: migrantes venezolanos detenidos en su país, a cambio de la liberación de presos políticos del régimen de Nicolás Maduro. La respuesta del mandatario venezolano no solo fue negativa, sino que vino acompañada de acusaciones directas contra Bukele, a quien calificó como “violador sistemático de derechos humanos”.
La propuesta, enviada oficialmente a la cancillería venezolana, fue dada a conocer por Bukele el pasado domingo. En ella se incluía una lista de opositores encarcelados en Venezuela, entre los que figuran nombres de alto perfil: la abogada y activista Rocío San Miguel, Corina Parisca de Machado (madre de la líder opositora María Corina Machado), el periodista Roland Carreño, y Rafael Tudares, yerno del candidato presidencial Edmundo González. La propuesta también incluía a medio centenar de detenidos de distintas nacionalidades.
Sin embargo, la respuesta del régimen venezolano fue inmediata y categórica: Maduro desestimó el planteamiento y acusó al gobierno salvadoreño de mantener a ciudadanos venezolanos presos en condiciones inhumanas. Además, exigió su liberación “inmediata y sin condiciones”.
Bukele no tardó en responder. A través de su cuenta en X (antes Twitter), cuestionó la autenticidad del compromiso del gobierno de Maduro con los derechos humanos. “¿No fue usted quien afirmó que haría ‘todo lo que fuera necesario’ para lograr la liberación de los venezolanos detenidos en El Salvador? ¿Quiere decir entonces que estaba mintiendo?”, escribió el presidente salvadoreño.
También criticó duramente un reciente acto de Maduro en el palacio de Miraflores con familiares de los detenidos: “¿Fue un simple espectáculo mediático?”.
Contexto y controversia
Los venezolanos detenidos en El Salvador, según Bukele, fueron capturados en operativos relacionados con redes criminales transnacionales, incluyendo pandillas como el Tren de Aragua, organización delictiva originaria de Venezuela y con presencia internacional. El mandatario salvadoreño ha hecho de la lucha contra las pandillas una de las banderas principales de su administración.
En contraste, el entorno de Maduro ha calificado la propuesta como un intento de manipulación política y una excusa para mantener a sus ciudadanos detenidos en territorio extranjero.
Mientras tanto, familiares de los migrantes detenidos también se han pronunciado contra la propuesta, temiendo que los casos sean utilizados como piezas de negociación política.
¿Diplomacia en punto muerto?
Con las posiciones polarizadas, el escenario diplomático entre El Salvador y Venezuela parece encaminarse a un nuevo impasse. Bukele ha insistido en su disposición a avanzar con el canje, pese al rechazo inicial, mientras Maduro refuerza su narrativa de “defensa de la soberanía” y exige una respuesta unilateral.
Este episodio agrega una nueva capa a las ya complejas relaciones regionales, donde los derechos humanos, la migración y el uso político de la justicia siguen marcando la agenda entre gobiernos con visiones opuestas.