El Senado de la República aprobó por unanimidad una reforma a la legislación laboral, estableciendo que el 1° de octubre de cada seis años, día en que rinde protesta el nuevo titular del Poder Ejecutivo, será un día de descanso obligatorio para todos los trabajadores del país.
El dictamen, que recibió 116 votos a favor y ningún voto en contra, fue elaborado por la Comisión de Trabajo y Previsión Social, presidida por el entonces senador Napoleón Gómez Urrutia. La medida busca armonizar la Ley Federal del Trabajo (LFT) con lo que establece la Constitución, que a partir de 2024 fija el 1 de octubre como la fecha para la toma de protesta presidencial.
Anteriormente, la LFT consideraba el 1 de diciembre como el día del relevo presidencial, lo que generaba desarmonización con la normativa constitucional. La reforma, propuesta por Gómez Urrutia en febrero de este año, busca reconocer el derecho de los trabajadores a participar en eventos cívicos significativos.
Durante la sesión, el senador Alfonso Cepeda Salas, en representación de Morena, destacó la importancia de la reforma, señalando que permitirá a los trabajadores ser partícipes de este acto histórico, especialmente considerando que este año una mujer asumirá la presidencia por primera vez. «Es un honor estar con Claudia hoy», concluyó, haciendo referencia a la próxima presidenta.
Con esta aprobación, el Senado ratifica su compromiso con el derecho de los trabajadores a celebrar y participar en momentos clave de la vida política del país.
