La empresa de inteligencia artificial fundada por Elon Musk, ha presentado dos nuevos modelos de IA, Grok-2 y Grok-2 mini, que prometen revolucionar la creación de imágenes digitales. Estos avanzados modelos son capaces de generar imágenes hiperreales a partir de texto y publicarlas directamente en la red social X.
Grok-2 y Grok-2 mini representan un avance significativo sobre versiones anteriores, según xAI. La compañía afirma que estos modelos no solo superan a otros competidores como GPT-4 Turbo y Claude 3.5 Sonnet, sino que también han sido evaluados en una serie de pruebas académicas y técnicas, mostrando un rendimiento competitivo en áreas como razonamiento, comprensión lectora, matemáticas y ciencias.
Por el momento, Grok-2 y Grok-2 mini están disponibles en la versión beta de X, accesible solo para usuarios con suscripción Premium o Premium Plus. Ya se han comenzado a compartir ejemplos de las imágenes generadas por esta IA en la plataforma, aunque la falta de etiquetas que identifiquen que las imágenes son creadas por IA ha generado preocupación.
Controversia y Denuncias Internacionales
La nueva tecnología ha suscitado controversia debido a la ausencia de restricciones en su uso, lo que podría facilitar la desinformación. Además, hay preocupaciones sobre la falta de etiquetas que indiquen que las imágenes son generadas por IA, lo que podría llevar a confusiones entre el contenido real y el generado artificialmente.
A este escenario se suma la denuncia de nueve países europeos contra Elon Musk, quien es acusado de entrenar a Grok utilizando datos personales de usuarios de X sin su consentimiento. Países como Austria, Bélgica, España, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos y Polonia han presentado quejas formales, respaldadas por la ONG Noyb, que ha solicitado una investigación exhaustiva ante el Tribunal Superior de la Unión Europea.
La denuncia plantea serias inquietudes sobre el uso de datos personales y la conformidad con las leyes de protección de datos en la Unión Europea, lo que añade un nuevo capítulo a la creciente tensión entre xAI y las autoridades reguladoras.