Las recientes conversaciones entre Estados Unidos y Rusia en Arabia Saudita han generado diversas reacciones en el escenario internacional. Ambas naciones acordaron cuatro principios clave, entre ellos, la creación de un equipo de alto nivel que facilitará negociaciones para alcanzar el fin del conflicto en Ucrania. Sin embargo, la ausencia de representantes ucranianos en las conversaciones ha generado rechazo por parte del gobierno de Kyiv.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, quien se encontraba en Turquía al momento de la reunión, expresó su descontento y reafirmó que su país no aceptará «ultimátums de Rusia». Según Zelensky, Ucrania no claudicará ante las exigencias rusas, recordando que en 2022 su país fue invadido y que la defensa de su territorio sigue siendo su prioridad.
Durante las negociaciones en Riad, las sanciones impuestas a Rusia por parte de Occidente no fueron discutidas en detalle. Kirill Dmitriev, jefe del fondo soberano de riqueza de Rusia y miembro del equipo negociador, destacó que la reunión se enfocó en el futuro de las relaciones bilaterales y en la exploración de oportunidades económicas conjuntas. Dmitriev aseguró que las sanciones han fortalecido la economía rusa, citando un crecimiento del PIB cercano al 4% en el último año.
Por su parte, Marco Rubio, Secretario de Estado de EE.UU., destacó que las conversaciones han abierto nuevas posibilidades de cooperación con Rusia, siempre y cuando la guerra en Ucrania llegue a un «final aceptable». Rubio señaló que existen «oportunidades extraordinarias» en materia geopolítica y económica entre ambas potencias si el conflicto se resuelve.
Sin embargo, la posición rusa sigue siendo inflexible respecto a sus demandas. El embajador de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzya, estableció condiciones que Ucrania no podría aceptar, incluyendo la cesión definitiva de territorios ocupados por Rusia y la destitución de Zelensky. Además, Nebenzya insistió en la necesidad de que Ucrania permanezca neutral y desmilitarizada, fuera de cualquier alianza como la OTAN, y excluyó a la Unión Europea y al Reino Unido como mediadores en futuras negociaciones.
El camino hacia una resolución pacífica del conflicto sigue siendo incierto. Mientras EE.UU. y Rusia exploran vías diplomáticas, Ucrania mantiene su postura firme de no negociar sin su participación directa. La comunidad internacional sigue atenta a los próximos pasos en este complejo escenario geopolítico.