El presidente electo Donald Trump anunció este miércoles su propuesta para que el senador Marco Rubio, de Florida, asuma el cargo de secretario de Estado. Con esta decisión, Trump selecciona a un antiguo rival político y un firme defensor de la política exterior de línea dura, especialmente en temas relacionados con China, Irán y Venezuela, en sintonía con sus propias posturas.
La designación de Rubio, que había sido objeto de especulaciones durante los últimos días, refuerza un equipo de política exterior y seguridad nacional que Trump ha conformado rápidamente desde su reelección. De ser confirmado por el Senado, Rubio se convertirá en el primer latino en ocupar el puesto de secretario de Estado.
“Rubio será un firme defensor de nuestra nación, un verdadero amigo de nuestros aliados y un guerrero intrépido que nunca retrocederá ante nuestros adversarios”, afirmó Trump en un comunicado.
El senador Rubio, elegido por primera vez en 2010, ha mantenido una postura decidida contra la influencia de China, una posición que compartió y fomentó durante el gobierno anterior de Trump. En su comunicado, Rubio se comprometió a trabajar diariamente para ejecutar la agenda de política exterior de Trump. “Bajo el liderazgo del presidente Trump, entregaremos la paz a través de la fuerza y siempre pondremos los intereses de los estadounidenses por encima de todo”, subrayó Rubio.
Durante la administración previa de Trump, Rubio actuó como asesor en temas de Venezuela y Cuba, y ha sido un activo defensor de una estrategia agresiva hacia China. Aunque en algunos momentos sus posturas han diferido de la doctrina “America First” de Trump —como en su respaldo a una ley que impide al presidente retirar a Estados Unidos de la OTAN sin la aprobación del Congreso—, recientemente Rubio ha mostrado una alineación más cercana a Trump en cuanto a la guerra entre Rusia y Ucrania, afirmando que el conflicto debe concluirse y sugiriendo un acuerdo que podría implicar la cesión de territorio ucraniano para mantener a ese país fuera de la OTAN.
Con esta designación, Trump busca consolidar un equipo que refuerce su visión de una política exterior enfocada en proteger los intereses de Estados Unidos y presionar a sus adversarios con firmeza.