Donald Trump, ahora como el 47º presidente de Estados Unidos, ha comenzado su nuevo mandato con un ambicioso récord: la firma de más de 100 órdenes ejecutivas en su primer día. Estas abarcan áreas clave como migración, energía y economía, marcando el regreso de su estilo de gobierno con decisiones rápidas y de alto impacto, además de revertir gran parte de las políticas impulsadas por la Administración de Joe Biden.
Migración y seguridad fronteriza: el enfoque principal
La migración es el eje de las primeras acciones de Trump, quien prometió medidas estrictas para reforzar la seguridad fronteriza y acelerar las deportaciones. Entre las órdenes ejecutivas destacan:
- Finalización del muro fronterizo con México.
- Creación de centros de detención para albergar a migrantes mientras se procesa su expulsión.
- Restablecimiento de la política de “Permanecer en México,” obligando a los solicitantes de asilo a esperar fuera de EE. UU. durante el trámite de sus peticiones.
- Acciones policiales masivas para localizar y deportar a más de un millón de migrantes sin documentación, especialmente aquellos que hayan cometido delitos o cuyas órdenes de expulsión ya estén firmadas por tribunales.
Tom Homan, conocido como el «zar de la frontera,» regresa como principal asesor de Trump en temas migratorios. Homan adelantó que las nuevas políticas incluirán operativos en varias ciudades del país, con el respaldo del Congreso, ahora dominado por los republicanos.
Economía, energía y otras prioridades
Además de migración, Trump ha dirigido sus órdenes ejecutivas hacia otros frentes importantes:
- Impulso al desarrollo energético, eliminando restricciones ambientales impuestas por Biden.
- Cambios en las normas laborales federales, particularmente en el controvertido «Anexo F.»
- Revisión de políticas de género en escuelas y eliminación de mandatos de vacunación.
Trump también busca consolidar su postura económica al favorecer el uso de criptomonedas, como el bitcoin, alentando a los estados a integrarlas en fondos de pensión y tesorerías públicas.
Un estilo de gobierno disruptivo
El retorno de Trump a la Casa Blanca viene acompañado de promesas que desafían los límites de la política tradicional. Desde la firma masiva de decretos hasta polémicas propuestas en política exterior —como «apoderarse de Groenlandia» o convertir Canadá en un estado estadounidense—, su estrategia apunta a ejercer el poder de forma directa, en ocasiones evitando la maquinaria legislativa del Congreso.
En un mitin previo a su investidura, Trump declaró:
«Actuaré con una velocidad y fuerza históricas, y solucionaré cada una de las crisis que enfrenta nuestro país.»
Con esta declaración de intenciones, Trump no solo busca imprimir su sello en los primeros días de su mandato, sino también trazar un rumbo para los próximos cuatro años que promete ser tan controvertido como disruptivo.