La reconocida actriz Blake Lively presentó una demanda federal el martes en Nueva York contra el director Justin Baldoni, conocido por su trabajo en la película Romper el círculo, así como contra otros vinculados al proyecto. La actriz alega haber sido víctima de acoso y de una campaña coordinada para dañar su reputación tras expresar públicamente su descontento con el trato recibido en el set de grabación.
En su demanda, Lively acusa a Baldoni, a la productora Wayfarer Studios y a otros implicados de llevar a cabo un “plan minuciosamente diseñado y con amplios recursos” para silenciarla, así como para intimidar a otros que pudieran respaldar sus declaraciones.
Según los documentos legales, los problemas comenzaron tras una reunión en la que Lively y su esposo, el también actor Ryan Reynolds, señalaron comportamientos inapropiados, incluidos presuntos casos de acoso sexual y conductas perturbadoras atribuidas al actor y productor Jamey Heath, también nombrado en la demanda.
Un esquema de represalias
La demanda describe un supuesto “plan de múltiples niveles” para dañar la imagen pública de Lively, que habría incluido la difusión de teorías en foros en línea, la implementación de campañas negativas en redes sociales y la publicación de noticias críticas contra la actriz.
Entre las acusaciones destacan comentarios realizados por Baldoni sobre el cuerpo de Lively y de otras mujeres en el set, así como conversaciones inapropiadas sobre experiencias sexuales personales y una previa adicción a la pornografía por parte de Baldoni y Heath. Además, se alega que intentaron presionar a Lively para que revelara detalles sobre su vida privada.
El abogado de Baldoni, Bryan Freedman, ha calificado estas acusaciones como “completamente falsas, escandalosas e intencionalmente maliciosas”.
Demanda paralela por difamación
En un giro significativo, Baldoni, junto con otros acusados, presentó el mismo día una demanda por difamación contra The New York Times en el Tribunal Superior de Los Ángeles, reclamando una compensación de al menos 250 millones de dólares. Esto en respuesta a un artículo publicado el 21 de diciembre, en el que se exponían las declaraciones de Lively y mensajes de texto supuestamente vinculados a Melissa Nathan, experta en manejo de crisis, quien también está incluida en la demanda de la actriz.
El titular del artículo, “Podemos enterrar a cualquiera”: dentro de una máquina de desprestigio en Hollywood, refleja el clima de tensión en torno a estas acusaciones. Por su parte, el Times se ha mantenido firme en la defensa de su reportaje, anunciando que responderá enérgicamente a la demanda.
Este caso promete ser uno de los más controvertidos dentro de la industria del entretenimiento, enfrentando a figuras prominentes de Hollywood en un conflicto legal que pondrá bajo la lupa la dinámica de poder en los sets de filmación.
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