Autoridades de la Ciudad de México han declarado que el agua suministrada en colonias del noroeste de la alcaldía Benito Juárez «no representa riesgos graves para la salud», aunque recomiendan abstenerse de consumirla y de utilizar cisternas no lavadas. Esto surge en medio de protestas vecinales desatadas por un fuerte olor a combustible en el agua, que ha resultado en reacciones cutáneas entre residentes.
El jefe de Gobierno de Ciudad de México, Martí Batres, informó en conferencia de prensa que, según las 1.500 muestras analizadas en laboratorios, no se encontraron elementos que alteren la composición general del agua de la red hidráulica. Sin embargo, Javier Emiliano González, director de logística de Petróleos Mexicanos (Pemex), confirmó que una sustancia perteneciente a la familia de los aceites y lubricantes ha contaminado el suministro en estas colonias.
A pesar de los resultados oficiales, los residentes de Benito Juárez han continuado con las protestas exigiendo que las autoridades muestren los documentos que comprueben las pruebas realizadas para descartar la presencia de hidrocarburos. La manifestación, que comenzó la semana pasada, ha generado tensiones en la zona, donde los residentes insisten en una respuesta más transparente por parte de las autoridades.
El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el Gobierno capitalino ha atendido las demandas ciudadanas desde los primeros reportes sobre la calidad del agua, aunque el descontento persiste entre los vecinos afectados. Mientras tanto, las autoridades continúan trabajando para resolver el problema, coordinando acciones como la limpieza de cisternas y la instalación de plantas potabilizadoras en áreas afectadas.
