Con motivo del 80.º aniversario del fin de la II GM, 49 corporaciones como Bayer, BASF, Bosch, Siemens y Volkswagen admitieron su responsabilidad en el uso de trabajo forzado y la “arianización” de propiedades judías durante el Tercer Reich. En una declaración conjunta, expresaron rechazo al antisemitismo y compromiso con la memoria histórica y la defensa de la democracia. La fundación EVZ, creada en 2000, ya había canalizado € 4 400 M para indemnizar a 1.7 M de víctimas, pero la declaración amplía el reconocimiento público de las empresas sobre su pasado oscuro.
El comunicado, publicado en medios como Frankfurter Allgemeine y Die Zeit, subrayó que “muchas empresas contribuyeron a consolidar el dominio nazi en busca de beneficios” y que reconocer ese pasado es esencial para prevenir el resurgimiento de discursos de odio.
Analistas señalan que este gesto, sin precedentes por su amplitud, responde también al auge de movimientos ultraderechistas y al debate sobre responsabilidad social corporativa en Europa.
Además de asumir culpas históricas, las empresas anunciaron programas educativos internos y donaciones a proyectos de derechos humanos, buscando convertir la memoria en acción preventiva. Se crearán comités independientes para supervisar iniciativas de diversidad e inclusión, en colaboración con ONG y universidade