Nueva York.– Un comentario del comediante Tony Hinchcliffe, quien calificó a Puerto Rico como «una isla flotante de basura» durante un mitin de campaña de Donald Trump, ha provocado indignación entre puertorriqueños y figuras del espectáculo. Este incidente ha generado advertencias sobre posibles repercusiones para Trump en las elecciones del 5 de noviembre, especialmente en estados con grandes comunidades puertorriqueñas, como Florida, Pennsylvania y Carolina del Norte.
Artistas como Bad Bunny y Ricky Martin expresaron su rechazo al comentario, y mostraron apoyo a la candidata demócrata Kamala Harris. Residente, conocido rapero puertorriqueño, instó a sus seguidores a no apoyar la candidatura de Trump. “A mis hermanos boricuas, no endosen a esta gente, por favor”, declaró en redes.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, también condenó las palabras de Hinchcliffe, señalando que exponen «prejuicios y racismo» y destacando la importancia de elegir líderes que rechacen la intolerancia. Aunque la campaña de Trump se deslindó del comentario a través de su asesora Danielle Alvarez, argumentando que no representa la opinión de Trump, la controversia ya ha resonado en medios y redes sociales.
En contraste, la candidata republicana a la gobernación de Puerto Rico, Jenniffer González, quien suele apoyar a Trump, consideró las expresiones de Hinchcliffe como «despreciables y desacertadas».
Además de elegir a sus gobernantes, el 5 de noviembre los puertorriqueños votarán en una consulta simbólica sobre el estatus de la isla y el próximo presidente de Estados Unidos, aunque estas opiniones no tienen carácter vinculante. Como Estado Libre Asociado, Puerto Rico tiene una relación única con EE.UU., con ciertas autonomías, aunque depende de Washington en áreas clave como defensa y relaciones exteriores.