Estados Unidos | 1 de julio de 2025
Una nueva era ha comenzado para el deporte universitario en Estados Unidos. A partir de este lunes, las universidades pertenecientes a la NCAA podrán pagar directamente a sus atletas, tras un histórico acuerdo legal valuado en 2.8 mil millones de dólares, lo que representa un cambio trascendental en el modelo tradicional amateur.
El nuevo esquema permitirá a cada universidad destinar hasta 20.5 millones de dólares anuales para compensar a sus deportistas, cerrando así una etapa en la que los atletas solo podían recibir becas educativas o ingresos externos por derechos de nombre, imagen y semejanza (NIL, por sus siglas en inglés).
La medida es resultado de años de presión legal y social sobre el modelo de la NCAA, que había sido criticado por generar millones de dólares en ingresos mientras los deportistas no recibían pago alguno por su rendimiento, exposición y riesgo físico. Con este acuerdo, se busca una redistribución más justa del dinero que mueve el deporte universitario, especialmente en disciplinas como fútbol americano y baloncesto.
Aunque algunos críticos temen que esta política genere una desigualdad aún mayor entre universidades con más recursos y aquellas con presupuestos modestos, la mayoría coincide en que este paso era inevitable y representa un avance significativo en materia de derechos para los atletas.
El impacto será inmediato: miles de estudiantes deportistas verán reflejado en sus bolsillos el valor real de su trabajo en las canchas, los gimnasios y las pistas. Con esto, la NCAA se encamina hacia un modelo más profesional y equitativo, que podría transformar por completo el panorama del deporte universitario a nivel global.