Ciudad de México, 1 de julio de 2025 — En una protesta simbólica que acaparó la atención en la Cámara de Diputados, legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) cargaron un ataúd con la frase “Murió la libertad de expresión” en plena tribuna del recinto de San Lázaro. La acción formó parte de su rechazo frontal a la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, la cual acusan de ser un intento del gobierno por censurar a medios, ciudadanos y voces críticas.
La manifestación fue encabezada por los diputados Rubén Moreira y Erubiel Alonso, quienes denunciaron que la reforma impulsada por Morena y sus aliados representa un retroceso en materia de libertades y abre la puerta a una vigilancia masiva del Estado a través de la creación de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), a la que calificaron como el “Big Brother mexicano”.
Además de calificar el contenido de la ley como autoritario, el PRI también criticó el proceso legislativo con el que fue aprobada: un «fast track» que —según argumentan— ignoró el debate público y la revisión a fondo en comisiones. “Esta no es una reforma, es una lápida para la democracia”, sentenció Moreira desde tribuna.
Por su parte, legisladores de Morena defendieron la propuesta, asegurando que los artículos más polémicos, como el 109 que facultaba el bloqueo temporal de plataformas digitales, ya fueron eliminados. Insistieron en que la ley busca modernizar el marco digital del país y garantizar el acceso universal a las telecomunicaciones, no restringirlo.
La protesta del PRI pone de manifiesto la creciente polarización en torno al uso de herramientas digitales en México, así como la disputa por el control del discurso público en tiempos donde la tecnología y la libertad de expresión chocan en el terreno político.