En una emocionante competencia de clavados sincronizados desde el trampolín de 3 metros, la pareja mexicana conformada por Osmar Olvera y Juan Celaya estuvo a punto de desbancar a los clavadistas chinos, tradicionalmente dominantes en la disciplina. Los mexicanos lograron una impresionante actuación que los dejó a solo 2.07 puntos de arrebatar la medalla de oro a la dupla china integrada por Wang Zongyuan y Long Daoyi.
El joven clavadista chino Wang Zongyuan, visiblemente emocionado, reconoció el esfuerzo y nivel de sus contrincantes mexicanos. «Lo que hicieron creo que es lo mejor este año. Demuestra que han tenido logros reales. Trabajan duro y entrenan con todo el corazón», declaró Wang, de 22 años, quien incluso rompió en llanto tras el último salto de Olvera y Celaya debido a la presión y tensión del momento. «Saltaron a un nivel enorme y eso nos ayudó. Fue presión, tensión. Increíble», añadió.
A pesar de no conseguir la presea dorada, Olvera y Celaya demostraron un altísimo nivel de competencia, llevando la final hasta el último salto. La casi perfecta ejecución de sus saltos dejó claro que los chinos no son invencibles, rompiendo la imagen de «robots» que muchos les atribuyen en esta disciplina.
El Desafío Chino:
La hazaña de los mexicanos es aún más impresionante considerando el historial de China en los clavados, donde tradicionalmente han dominado y pocas veces han mostrado signos de vulnerabilidad. La actuación de Olvera y Celaya no solo los posiciona como serios contendientes en futuras competencias, sino que también envía un mensaje a los competidores de que los chinos pueden ser desafiados y vencidos.
Este memorable evento subraya la importancia del trabajo duro y la dedicación, y augura un prometedor futuro para los clavados mexicanos en el escenario internacional.
