Una sorpresiva erupción del volcán Etna este lunes generó alarma en la isla de Sicilia, luego de que a las 11:24 horas locales (09:24 GMT) se registrara una fuerte actividad explosiva que dio paso a una columna de ceniza gris visible desde varios kilómetros a la redonda.
Según informó el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), el fenómeno incluyó un flujo piroclástico, una mezcla altamente peligrosa de rocas volcánicas, gases calientes y cenizas que descendió por las laderas del cráter. Posteriormente, la actividad volcánica evolucionó hacia una fase efusiva, con la emisión de lava.
Inicialmente se emitió una alerta roja para el tráfico aéreo debido a la nube de ceniza que alcanzó una altura de 6.5 kilómetros. Sin embargo, con el paso de las horas y la disipación del material, dicha alerta fue rebajada a nivel naranja.
A pesar de la magnitud del evento, el aeropuerto de Catania, ubicado en la misma región, mantuvo operaciones normales sin reportar afectaciones. El presidente regional, Renato Schifani, aseguró que no existe peligro para la población, ya que el flujo volcánico no cruzó el Valle del León, una zona turística situada cerca del volcán.
Por su parte, Salvo Cocina, titular de la unidad regional de Protección Civil, instó a la ciudadanía, turistas y visitantes a mantenerse alejados de las zonas cercanas al Etna mientras continúan los monitoreos de su comportamiento.
El volcán Etna, con más de 3,300 metros de altitud, es el más alto y activo de Europa, y su actividad representa un constante desafío para las autoridades italianas, especialmente en temporadas turísticas.