Los Dallas Cowboys vivieron una jornada difícil el pasado 13 de octubre al caer de manera estrepitosa 47-9 contra los Detroit Lions, sumando así su tercera derrota consecutiva en casa al inicio de la temporada 2024. Este resultado dejó mucho que desear, y Dak Prescott, mariscal de campo de los Cowboys, no rehuyó asumir la responsabilidad.
En una conferencia posterior al partido, Prescott reconoció su mal desempeño, lanzando solo 17 pases completos de 33 intentos, acumulando 178 yardas sin touchdowns y sufriendo dos intercepciones bajo la presión constante de los Lions. A pesar de los errores, Prescott fue claro en su mensaje: debe jugar mejor.
“Sí, seguro”, afirmó Prescott. “No quiero decir que tenga que ser perfecto, pero definitivamente tengo que jugar mejor. Especialmente contra un equipo tan talentoso como ese, que está en su mejor momento tanto en defensa como en ataque”.
Los Cowboys, en cambio, no pueden decir lo mismo de su rendimiento en ninguna de las dos facetas del juego. La ofensiva no ha logrado anotar touchdowns, y la defensa ha permitido un total de 167 puntos en los últimos cuatro partidos en casa, la tercera mayor cantidad en la historia de la NFL en ese periodo.
Con un récord de 3-3 de cara a su semana de descanso y con los San Francisco 49ers esperando en el horizonte, el mensaje de Prescott fue claro: es momento de autorreflexión.
“Tenemos que mejorar, simplemente”, dijo Prescott, quien reiteró la importancia de mantener la unidad del equipo y aprovechar la semana de descanso para analizar los errores y recargar energías. “Mírate en el espejo. Ve estos seis partidos durante la semana de descanso, tómate unos días libres y regresa listo para dar lo mejor de ti por el equipo”.
El mariscal de campo hizo énfasis en que cada jugador debe comprender su rol en el equipo y estar preparado para dar lo mejor de sí en los 11 partidos restantes de la temporada. Con rivales como los 49ers, Falcons, Eagles, Texans y Commanders en el calendario cercano, el futuro de los Cowboys depende de cómo utilicen esta semana de descanso para ajustar su enfoque y prepararse para lo que viene.
El desafío es grande, pero la respuesta de los Cowboys definirá si pueden iniciar una racha positiva o si caerán aún más en la tabla.