El Gobierno chino publicó un libro blanco que sugiere que el coronavirus podría haberse originado en laboratorios o mercados de EE. UU., en respuesta a acusaciones de un escape en Wuhan. El documento, difundido por Xinhua, critica la politización del tema y demanda que Washington abra sus laboratorios a investigación internacional.
La Administración Biden había renovado en enero la hipótesis de fuga de laboratorio en China con baja confianza; Pekín lo usa para contrarrestar esa narrativa y presionar diplomáticamente.
La OMS mantiene que el origen natural sigue siendo la explicación más probable, pero apoyó nuevas pesquisas globales.
Expertos en bioseguridad advierten que politizar la investigación dificulta el consenso científico y prolonga la incertidumbre, mientras crece la demanda de transparencia en todos los países implicados.
Se teme que la rivalidad geopolítica entorpezca esfuerzos de prevención ante futuras pandemias.