El escándalo entre Tigres y Robert Dante Siboldi parece estar lejos de terminar. Miguel de Jesús Fuentes, quien fuera asistente del entrenador uruguayo, ha acusado a la directiva del club de fabricar pruebas para justificar su despido, afectando incluso su salud.
En una entrevista con el periodista David Medrano, Fuentes relató cómo fue despedido de manera abrupta junto con Siboldi y su equipo técnico. Según sus declaraciones, la directiva de Tigres intentó incriminarlo presentando pruebas falsas y quitándole su teléfono móvil durante reuniones tensas con supuestos miembros de seguridad y abogados.
“Me dijeron que no habían encontrado una sola prueba en mi teléfono, pero luego me dicen que en mis chats borrados encontraron la frase: ‘Tranquilo, compadre, ya estoy hablando con Siboldi para cerrar el negocio’. Yo solté la carcajada porque respondí: ‘Yo no soy del norte, yo no hablo con esas palabras de ‘compadre’; en Guadalajara no se usan’. Su evidencia era como una hoja fotostática que ni siquiera me dejaron ver y tampoco pudieron decirme a quién supuestamente se la mandé”, narró Fuentes.
El asistente señaló que la evidencia presentada era completamente fabricada y no existía ninguna prueba real en su contra. “Lo que me da miedo es que falsificaron una prueba, esa hoja con la que quisieron engañarme o decirme que había hecho algo. No existe una sola prueba que demuestre eso de lo que nos quieren hacer ver mal. Lo que queremos es que se diga la verdad ante la afición, jugadores y nosotros mismos porque aquí ponen en duda la credibilidad y a nuestra liga”.
Además, Fuentes reveló que durante el proceso, los abogados de Tigres le hicieron preguntas insinuando que Antonio Sancho, exdirectivo del club, podría haberse prestado para vender información, intentando que él lo incriminara. También afirmó que fue amenazado para firmar una confesión de culpabilidad, bajo la promesa de que, si accedía, no procederían legalmente en su contra por “vender” información confidencial a Rayados en la Liguilla pasada.
“Me decían que si firmaba rápido la confesión no me meterían a la cárcel. Me lo dijeron dos o tres veces que, si les firmaba los papeles, nada saldría de esa oficina”, explicó Fuentes. Además, señaló que le pidieron su teléfono y accedió a entregarlo para demostrar su inocencia, pero que se lo llevaron durante una hora para revisar todas sus cuentas.
El caso continúa generando controversia y sigue sin resolverse, con implicaciones potencialmente serias para las personas involucradas y para la credibilidad de la Liga MX.