Ciudad de México, 16 de julio de 2025 — En una declaración tajante durante su conferencia matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que ha dado instrucciones claras a su familia para no mantener ningún tipo de contacto con funcionarios públicos, con el objetivo de evitar cualquier sospecha de tráfico de influencias dentro de su administración.
“Mi familia tiene prohibido hablar con cualquier funcionario, así de claro. Solo pueden saludar, y si es un cumpleaños o una fecha especial, eso es todo. No están autorizados para gestionar, ni para intervenir en temas públicos”, señaló la mandataria, luego de que se diera a conocer una presunta intervención de terceros para gestionar la verificación de una gasolinera ante la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).
Las declaraciones de Sheinbaum surgen después de que el titular de la PROFECO, Iván Escalante, denunciara públicamente que legisladores le solicitaron favores relacionados con una revisión a una estación de servicio. Aunque no se han revelado los nombres de quienes realizaron dicha solicitud, el hecho encendió alertas sobre posibles conflictos de interés.
La presidenta aseguró que este tipo de conductas no serán toleradas en su administración, subrayando que no se permitirá que familiares o amigos interfieran en decisiones gubernamentales. “El tráfico de influencias no tiene cabida en este gobierno. No importa de dónde venga, será sancionado”, advirtió.
Sheinbaum reiteró su compromiso con la transparencia, el estado de derecho y la ética pública, y llamó a los ciudadanos a denunciar cualquier intento de intervención indebida en asuntos oficiales. Con este mensaje, busca marcar una diferencia clara con prácticas del pasado, y reforzar la confianza en su gobierno.