Una escena fuera de lo común conmocionó al ejido Mayrán, en el municipio de San Pedro, Coahuila, luego de que un joven identificado como Iram M., incendiara su propia vivienda presuntamente por «órdenes del Diablo». Los hechos ocurrieron la mañana del viernes 11 de abril en el barrio del Pegasso, donde la vivienda quedó completamente consumida por las llamas.
De acuerdo con el testimonio de vecinos, el joven —quien presenta signos de adicción a sustancias ilícitas y, según se dijo, llevaba varios días sin dormir— declaró haber recibido instrucciones del Demonio para prenderle fuego a su casa, asegurando que estaba «embrujada».
Luego de iniciar el incendio alrededor de las 11:00 horas, Iram abandonó el lugar y se dirigió a una tienda cercana, donde compró un refresco. Posteriormente, pasó por la zona en la que los vecinos, alarmados por la magnitud del fuego, intentaban controlar las llamas utilizando cubetas con agua. Algunos incluso rompieron una ventana de la vivienda con la esperanza de rescatar a alguien del interior, sin saber que ya había sido evacuada.
Ante la imposibilidad de sofocar el incendio por medios propios, los vecinos dieron aviso a los Bomberos Municipales, quienes finalmente lograron controlar el siniestro. Sin embargo, para entonces la estructura y todas las pertenencias dentro del inmueble ya habían sido reducidas a cenizas.
Familia decide internarlo en centro de rehabilitación
Al día siguiente, Iram provocó daños en un vehículo, lo que llevó a su familia a tomar la decisión de ingresarlo a un centro de rehabilitación, ante el temor de que pudiera causar mayores estragos o incluso atentar contra su propia vida.
Algunos familiares confirmaron que el joven les confesó haber incendiado la casa por “mandato del Demonio”, lo que reforzó la preocupación sobre su estado mental y su deterioro debido al consumo de drogas.
Cabe señalar que, aunque los vecinos inicialmente reportaron el incendio y señalaron el historial de adicciones del joven, no fue sino hasta días después que se conoció el trasfondo de su conducta errática.
El caso ha generado preocupación entre los habitantes de la comunidad, quienes señalan la necesidad de mayor atención a los casos de salud mental y adicciones, especialmente entre los jóvenes del sector.