La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a los autos y autopartes fabricados fuera del país ha desatado una ola de inestabilidad en los mercados financieros. Al cierre de la semana, Wall Street, el índice paneuropeo STOXX 600 y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registraron fuertes pérdidas, mientras que el dólar se fortaleció y el oro alcanzó niveles históricos como refugio ante el temor de una posible estanflación en la economía estadounidense.
El viernes, el tipo de cambio interbancario en México se situó en 20.41 pesos por dólar, lo que representó una depreciación del 0.5% respecto al día anterior. A lo largo de la semana, el peso mexicano acumuló una pérdida del 1.7%, afectado por la incertidumbre sobre si México será incluido en las nuevas medidas arancelarias.
Las principales bolsas también sufrieron retrocesos:
- S&P 500: -1.53% en la semana.
- Nasdaq: -2.59%.
- Dow Jones: -0.96%.
- Nikkei (Japón): -2%, afectado por la caída de Toyota y Honda.
- Kospi (Corea del Sur): -2%, con Hyundai y Kia como principales afectados.
- STOXX 600 (Europa): descenso semanal del 2%, su sexta semana negativa consecutiva.
El miedo a una escalada en la guerra comercial también impulsó al oro a un nuevo máximo histórico, consolidándolo como un activo de refugio en medio de la volatilidad.
El Financial Times advirtió que la combinación de inflación, caída del consumo y nuevos aranceles podría llevar a Estados Unidos a un escenario de estanflación, caracterizado por alto desempleo y crecimiento económico estancado.
El Departamento de Comercio de EE.UU. informó que el índice de gastos de consumo personal (PCE) subió en febrero más de lo esperado, pero el gasto de los consumidores sigue mostrando señales de debilidad.
Los nuevos aranceles, que entrarán en vigor el 3 de abril para autos y antes del 3 de mayo para autopartes, han generado preocupación entre los aliados comerciales de EE.UU. La fecha límite del 2 de abril para que otros países respondan con medidas recíprocas ha incrementado el nerviosismo en los mercados.
Analistas advierten que este conflicto comercial podría extenderse y generar nuevas represalias arancelarias, lo que afectaría aún más la estabilidad económica mundial.
La incertidumbre persiste y los inversionistas se preguntan si esta política proteccionista realmente beneficiará a la economía de EE.UU. o si, por el contrario, será el detonante de una crisis financiera de mayor escala.