Valencia, España – Las devastadoras inundaciones que arrasaron Valencia han dejado a cientos de residentes sin hogar, atrapados en sus casas y sin advertencias previas. Dan Ortell Mor, quien se encontraba en su hogar tras cancelar una cita, observó con horror cómo el agua llegó rápidamente a su puerta sin ninguna alerta. Minutos después, un mensaje de emergencia llegó a los móviles de los residentes, pero ya era demasiado tarde para muchos atrapados en las mortales aguas.
El martes, en menos de ocho horas, Valencia experimentó el equivalente a un año de lluvias, lo que provocó desbordamientos de ríos y el colapso de puentes. Las autoridades informan que más de 200 personas han fallecido y temen que la cifra aumente, en lo que describen como uno de los peores desastres naturales en décadas.
Advertencias insuficientes y confusión política
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) había emitido una alerta roja desde la mañana del martes, advirtiendo a los habitantes sobre posibles inundaciones. Sin embargo, a pesar de las alarmas, la reacción fue lenta. Al mediodía, el presidente regional de Valencia, Carlos Mazón, pareció minimizar la situación en un mensaje en redes sociales. La declaración fue eliminada más tarde, pero el retraso en la respuesta dejó a miles sin tiempo para prepararse.
La alerta finalmente llegó a los teléfonos móviles de los residentes a las 8 p.m., horas después de que el agua comenzara a arrasar zonas bajas y pueblos cercanos. Valentín Manzaneque Fernández, de 70 años, expresó su indignación: “¿Están aquí quitando el barro? ¿Llenan sus bolsillos para darnos esto? Nadie nos advirtió”.
Destrucción y solidaridad comunitaria
Las consecuencias del desastre son visibles en toda Valencia: autopistas y vías de tren bloqueadas por los escombros, y residentes que han perdido casas y negocios. Ortell Mor, cuyo salón quedó arruinado, ha encontrado consuelo en la ayuda de vecinos y voluntarios. A pesar de la tragedia, expresó su gratitud: “Lo principal es que mi familia está a salvo. Lo superaremos”.