Por Jesús Jasso Fraire
En un momento crítico para la justicia en México, la reciente aprobación de la reforma constitucional al Poder Judicial por parte de la Cámara de Diputados ha generado un llamado urgente para que esta reforma no se limite únicamente a dicho poder. La petición es clara: la reforma debe ser integral y abarcar todo el sistema de justicia del país, incluyendo a la policía, peritos, ministerios públicos y fiscales, tanto a nivel federal como estatal.
El clamor popular demanda una justicia que no solo sea rápida, sino también efectiva y transparente. Actualmente, las Fiscalías continúan operando con métodos arcaicos y deficientes, mientras que las policías siguen violando derechos y actuando con arbitrariedad. Esta situación resalta la necesidad de una reforma profunda que no solo modernice el Poder Judicial, sino que transforme todo el sistema de justicia en México.
El llamado es a aprovechar el proceso legislativo para implementar cambios que incluyan a todos los operadores de justicia. La lentitud en la impartición de justicia y la falta de credibilidad en las investigaciones y procedimientos actuales son preocupantes, y una reforma parcial solo perpetuará estos problemas.
Además, se enfatiza la importancia de evitar la designación de operadores de justicia basados en popularidad en lugar de en conocimientos y experticia en el Derecho. La calidad y profesionalismo de quienes apliquen la ley deben ser prioridad para garantizar una justicia verdadera y efectiva.
Con la reforma ya aprobada en la Cámara de Diputados y a un solo voto de ser ratificada en el Senado, existe un riesgo real de que el proceso sea sellado con corrupción o complacencia. La esperanza reside en que el Senado actúe con responsabilidad y no ceda ante presiones indebidas.
El llamado es a mantener la vigilancia y exigir una reforma que no solo sea retórica, sino que realmente transforme y mejore el sistema de justicia en México. ¡Que la luz de la justicia brille para todos!
¡Ánimo y buen día!