La decisión reciente de Banxico de reducir la tasa de interés en 25 puntos base, llevándola al 11%, marca un cambio significativo en la política monetaria del país. Sin embargo, la gobernadora Victoria Rodríguez Ceja enfatizó que este recorte no implica que la lucha contra la inflación haya concluido, sino que es un paso cauteloso en medio de riesgos persistentes.
Rodríguez Ceja señaló que, si bien es probable que se discutan más recortes en las próximas reuniones, cada decisión será evaluada individualmente en función de los datos disponibles y las condiciones macroeconómicas. Esta postura refleja un enfoque prudente y graduado en un entorno económico aún incierto.
La desinflación progresiva y la disminución de los choques externos han allanado el camino para este recorte de tasas. Sin embargo, persisten desafíos, como la inflación subyacente, la depreciación cambiaria y los riesgos geopolíticos, que podrían afectar el panorama económico en el futuro cercano.
Es importante destacar que Banxico no considera este recorte como una señal de que la lucha contra la inflación se haya resuelto por completo. Más bien, es un paso estratégico para consolidar un entorno de inflación baja y estable en el país.
La decisión de reducir la tasa de referencia no fue unánime, lo que refleja la diversidad de opiniones dentro de la Junta de Gobierno. Sin embargo, Rodríguez Ceja aseguró que todos los miembros están comprometidos con el mandato de mantener la estabilidad de precios y que las decisiones se toman considerando diversos factores, incluidos los movimientos de la Reserva Federal.
En resumen, Banxico adopta una postura cautelosa y flexible en su política monetaria, priorizando la estabilidad económica y la mitigación de riesgos en un entorno global y nacional cambiante.