Los gobiernos de Kiev y Washington acordaron en principio un tratado para explotar conjuntamente litio, tierras raras y otros minerales esenciales, pero el documento sufrió un estancamiento cuando Estados Unidos exigió firmar simultáneamente un segundo anexo relativo a la creación de un fondo de inversión y garantías de gobernanza. Según fuentes ucranianas, la contraparte de EE. UU. condicionó la rúbrica del acuerdo principal a la firma de esos anexos complementarios, una demanda que Kiev calificó de “improcedente” en la fase final de negociación.
Este traspié llega cuando ambas partes pretendían anunciar el pacto como un hito estratégico para diversificar las cadenas de suministro de minerales críticos y reducir la dependencia de Rusia y China en el mercado global de tecnologías limpias. En la Casa Blanca, funcionarios replicaron que “no hubo cambios” en su posición y atribuyeron la demora a “últimas modificaciones” solicitadas por Ucrania la noche anterior al acuerdo previsto.
Analistas estiman que, de no resolverse el desacuerdo en los próximos días, el retraso podría debilitar la posición de EE. UU. en la futura ronda de negociaciones sobre paz y reconstrucción posbélica en Ucrania, y enviar una señal de inestabilidad a los mercados de inversión en defensa y energías verdes. Se espera que los equipos jurídicos de ambos gobiernos retomen el diálogo esta semana para intentar un texto de compromiso antes de la próxima cumbre bilateral.