El futbol mexicano puede respirar tranquilo, y la Selección Mexicana ha superado una de las crisis más importantes en su historia reciente. El enfrentamiento entre México y Alemania ha dejado una huella positiva en el equipo nacional. Más allá del resultado, es fundamental reconocer el estilo de juego desplegado contra un rival que recientemente derrotó a Estados Unidos. A pesar de las críticas sobre el declive futbolístico alemán, basta con observar la calidad de los jugadores que representaron a Alemania en ese partido.
Jaime Lozano ha demostrado ser el técnico ideal para la Selección Mexicana, capaz de enfrentar a rivales de gran jerarquía. Su preparación, dedicación y conocimiento del juego son evidentes, en contraste con otros técnicos nacionales que llegaron por conexiones políticas. Lozano ha aplicado la inteligencia deportiva para obtener resultados positivos con la Selección Mexicana.
Sin embargo, no todo fue perfecto en el partido contra Alemania. Santiago Giménez, aunque tuvo un buen desempeño en la creación de jugadas y el trabajo en equipo, falló una oportunidad de gol clara. La presión y la expectativa son normales en un delantero titular de la Selección Mexicana, pero su confianza y capacidad para marcar goles regresarán con el tiempo.
Otros jugadores merecen destacarse por su excelente desempeño. Edson Álvarez continúa consolidándose como líder en el centro del campo y un referente emocional del equipo. Hirving Lozano, con una asistencia sobresaliente, demuestra que merece un lugar protagónico en la selección. Aunque Uriel Antuna a veces recibe críticas injustas, su rendimiento habla por sí mismo con tres goles en los últimos tres partidos y un total de 14 con la Selección Mexicana. Su contribución es invaluable para el proyecto de la Selección de cara al próximo Mundial.
