En un escenario que puso de manifiesto las voces discordantes dentro del Partido Republicano de Estados Unidos, los aspirantes a la nominación presidencial republicana para las elecciones de 2024 se congregaron en el segundo debate de la formación. La frontera sur del país se convirtió en el epicentro de un intenso debate político en el que los candidatos, algunos con experiencia en cargos ejecutivos y otros en la arena legislativa, expresaron una política firme y reprocharon lo que consideran como una laxitud en la administración del actual presidente, Joe Biden, en el cumplimiento de las leyes de inmigración.
Nikki Haley, exembajadora de Estados Unidos ante la ONU, fue una de las voces más destacadas en el debate al criticar fuertemente la política de inmigración de la administración Biden. Mencionó el aumento en la inmigración ilegal, afirmando que «Biden ondeó la bandera verde. Le dijo a todo el mundo que viniera. Hemos visto a seis millones de personas cruzar (ilegalmente) la frontera. El fentanilo ha matado a más estadounidenses que las guerras de Irak y Afganistán juntas».
En la contienda también participaron figuras prominentes como Mike Pence, exvicepresidente de EE.UU.; Ron DeSantis, gobernador de Florida; y el empresario Vivek Ramaswamy, quienes enfatizaron la necesidad de abordar el problema de la inmigración ilegal. DeSantis propuso el uso del Ejército para perseguir a los cárteles de droga mexicanos, mientras que Ramaswamy argumentó que construir un muro no es suficiente y abogó por involucrar a los militares para reforzar la seguridad en la frontera.
Pence, apoyándose en su experiencia en la Administración, declaró que «una nación sin fronteras no es una nación» y prometió tomar medidas para asegurar la frontera sur si llega a ser presidente. Chris Christie también se unió al coro de críticos, señalando la falta de acción de la actual Administración demócrata en la aplicación de las leyes de inmigración.
El tema de la inmigración y la seguridad en la frontera sur se ha convertido en un punto clave en el discurso político de Estados Unidos, y los aspirantes republicanos están decididos a abordarlo de manera enérgica. El segundo debate, que siguió al celebrado en agosto en Milwaukee, fue un escenario en el que estas voces discordantes dentro del partido pudieron expresar sus puntos de vista.
El evento, que se llevó a cabo en la emblemática biblioteca presidencial Ronald Reagan en California, marcó otro hito en el camino hacia las elecciones de 2024 y evidenció la diversidad de opiniones y enfoques dentro del Partido Republicano en cuanto a la política de inmigración y la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos