Enseñar es una tarea que requiere de mucha técnica, método y otras capacidades. Las aulas en una institución educativa es el recinto donde se debe poner en práctica el ejercicio no solo de transmitir conocimiento y valores sino también el de forjar personalidades.
Siempre nos hemos cuestionado dónde radica que los mejores estudiantes no sean los mejores profesionistas ni los más exitosos. Y es que el problema se encuentra en el hecho de intentar ligar el intelecto de la persona al éxito profesional, y eso es incorrecto.
Lo anterior no significa que estudiar no sea importante para el desarrollo personal del intelecto utilizando al máximo la capacidad para entender, comprender y aprender.
Sin embargo tenemos que reconocer y entender que el aprendizaje y el entendimiento (inteligencia), no es suficiente para tener éxito.
Es necesario entonces poner en práctica otras capacidades, destrezas y habilidades que muchas veces vienen de manera natural.
Es entonces que si queremos tener profesionistas que cumplan con sus objetivos trazados, y sean exitosos, además de trabajar en su intelecto y sus competencias naturales, tenemos que trabajar en el aspecto de su personalidad, forjar su carácter, equilibrar su temperamento y dirigir sus emociones.
Cuando se logra armonizar los tres factores INTELIGENCIA, CARÁCTER Y EMOCIONES e integrarlos de manera tal que se conviertan en eje motor de la enseñanza podemos asegurar el éxito de las personas.
Entendido esto, es por lo que que en las instituciones de enseñanza de cualquier nivel se debe motivar a la personas (alumno) a practicar deporte, porque este te lleva a la competencia y está a la fortaleza no solo del cuerpo sino del carácter. El deporte despierta la necesidad de ganar, de ser triunfadores y de imponernos siempre retos.
Participar en las artes y la cultura son actividades que moverán sentimientos y activarán todas la emociones, practicarlas nos ayuda a motivar lo que queremos ser y sentir y nos enseñará a comprender el mundo de los demás y relacionarnos con estos desde lo más profundo, nos convertirá en hombres y mujeres de bien.
La Educación entonces no solo es la enseñanza que nos comparten en el aula.
Hay que complementar con el arte, cultura y deporte, para poner al 100 todas nuestras capacidades habilidades y destrezas que nos lleven al éxito.
