El expresidente boliviano Evo Morales encabezó una gran marcha en La Paz para exigir su inclusión como candidato en las elecciones de agosto de 2025, pese a estar inhabilitado por un fallo del Tribunal Constitucional que limita la reelección presidencial a una y un máximo de diez años en el poder, restricciones que Morales ya ha excedido tras gobernar en tres periodos. La movilización reunió a miles de simpatizantes, mayoritariamente campesinos, que colapsaron el centro de la ciudad y fueron disueltos por la Policía con gases lacrimógenos, dejando varios heridos. Morales, cuya inscripción depende de contar con un partido político, denunció presiones oficiales a agrupaciones menores para evitar su postulación. El MAS está ahora controlado por el presidente Luis Arce, con quien Morales mantiene un conflicto desde 2022. El Tribunal Electoral ha indicado que aún podría registrarse si consigue respaldo partidario, sin que ello garantice su habilitación. Como medida de presión, sus seguidores advierten que intensificarán las movilizaciones si Morales queda fuera del proceso electoral. Evo no fue visto en la marcha debido a una orden de arresto en su contra por un proceso judicial.