El gabinete de seguridad israelí aprobó el 5 de mayo un plan para extender la operación terrestre en Gaza hasta someter a Hamas y controlar todo el territorio, según reportes oficiales . La estrategia contempla desplazar a cientos de miles de civiles al sur y establecer zonas bajo administración militar para gestionar la ayuda humanitaria .
Organizaciones de derechos humanos han rechazado el plan, advirtiendo que la reubicación forzosa y el bloqueo podrían desencadenar una crisis humanitaria aún más grave, con riesgo de hambruna y colapso de servicios médicos . La ONU exigió garantías para proteger a la población civil y acceso sin restricciones de organismos de socorro internacionales.
Analistas militares señalan que, aunque Israel posee superioridad tecnológica, la ocupación completa de Gaza implicaría un desafío de larga duración y desgaste político tanto interno como ante la comunidad internacional.