Libia se encuentra sumida en una tragedia sin precedentes debido a las inundaciones que azotaron el país a raíz de fuertes lluvias durante el fin de semana. El colapso de dos represas en la ciudad costera de Derna ha agravado aún más esta catástrofe natural, que ha dejado miles de muertos y desaparecidos.
Tamer Ramadán, jefe de la delegación de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en Libia, informó que se espera que el número de muertos alcance cifras alarmantes en los próximos días, con miles de personas aún desaparecidas. Estas cifras se basan en informes de la Media Luna Roja Libia y son una indicación de la magnitud de la tragedia.
Según el departamento libio de ambulancias y servicios de emergencia, al menos 2,300 personas han perdido la vida, y más de 5,000 se encuentran desaparecidas después de que las intensas lluvias provocaran el desbordamiento de ríos, la destrucción de viviendas y el corte de carreteras.
El colapso de las represas al sur de Derna exacerbó la situación, ya que liberaron aguas que arrasaron la ciudad, llevándose consigo vecindarios enteros. Estos eventos desgarradores se produjeron en un país dividido entre dos gobiernos, uno reconocido internacionalmente en Trípoli y otro en el este, que incluye Derna. Ambas administraciones han intentado coordinar las operaciones de rescate y asistencia, pero las condiciones desafiantes y la magnitud de la tragedia dificultan los esfuerzos.
El enviado especial de Estados Unidos a Libia, Richard Norland, anunció que Estados Unidos está colaborando con socios de la ONU y las autoridades libias para brindar asistencia oficial estadounidense. Los envíos de provisiones médicas y ayuda humanitaria ya se están movilizando hacia las áreas afectadas.
Libia, vulnerable al cambio climático y a tormentas cada vez más intensas debido al calentamiento global, se enfrenta a una crisis humanitaria de proporciones devastadoras. El presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sisi, ha ordenado el envío de asistencia humanitaria a Libia y Marruecos, que también sufrió un terremoto reciente.
El país necesita ayuda urgente y apoyo internacional para hacer frente a esta trágica situación y comenzar el proceso de recuperación. Las inundaciones en Libia son un recordatorio doloroso de la necesidad de abordar el cambio climático y sus impactos cada vez más destructivos en todo el mundo.
