En las inmediaciones de Eagle Pass, Texas, la noche cae y las alambradas se abren para permitir la entrada de hombres, mujeres y menores a territorio estadounidense. Estos valientes viajeros han cruzado el Río Grande y llegan empapados después de una travesía peligrosa y extenuante.
Casi todos ellos han recorrido pueblos, ciudades y selvas, enfrentando innumerables dificultades, las cuales comparten con quienes se acercan a ellos. Al llegar, algunos lloran, se abrazan y expresan su alegría por haber alcanzado suelo estadounidense. Si bien muchos son venezolanos, también se encuentran migrantes de otras nacionalidades, como cubanos y colombianos.
La Voz de América constató esta escena hasta bien entrada la noche en el punto fronterizo de Eagle Pass, una ciudad en el condado de Maverick, Texas. Según el censo más reciente de 2020, la población de la ciudad era de alrededor de 28,130 habitantes en ese momento.
Durante la madrugada del lunes, y durante todo el día, la VOA fue testigo de cómo la Guardia Nacional retiraba, con gran rapidez, secciones del alambre de púas que los migrantes habían apartado para cruzar. Minutos después, se instalaba una nueva alambrada.
Muchos de los migrantes entrevistados durante dos días no tenían una razón específica para haber elegido este punto de entrada. En su mayoría, siguieron las recomendaciones de otros migrantes que habían tomado esta ruta.
La llegada masiva de migrantes en los últimos días ha llevado a la ciudad a declarar el estado de emergencia.
El gobierno de Joe Biden ha enfatizado que la frontera no está abierta. Una vez que estos migrantes cruzan, se entregan a la Patrulla Fronteriza, donde son procesados y enviados a centros de procesamiento.
Las autoridades fronterizas han explicado que están «rescatando» a migrantes en condiciones de vulnerabilidad, pero no están permitiendo una entrada legal.
La mayoría de las personas consultadas buscaban entregarse a la Patrulla Fronteriza, mientras que unos pocos consideraban entrar al país sin entregarse, aunque esta opción es difícil debido a la alta presencia de agentes estadounidenses en la zona.
