Wall Street cerró al alza el 30 de abril, pese a que el PIB de EE. UU. registró un crecimiento débil y el S&P 500 revirtió pérdidas tras un retroceso inicial. En Asia, el Nikkei y el Hang Seng reaccionaron con ganancias moderadas ante datos de inflación en Japón y estímulos en China.
El crudo Brent y el WTI cayeron un 2 % por temor a que la guerra comercial y la sobreoferta de OPEC+ reduzcan la demanda global. Los bonos del Tesoro ganaron terreno, anticipando recortes de tasas por parte de la Fed y el BCE.
Analistas advierten que la correlación entre petróleo y acciones se ha reactivado, indicando preocupación por el enfriamiento económico. Inversionistas esperan nuevas señales de política monetaria en la próxima reunión del G7.