El plan del presidente ucraniano Volodímir Zelenski de construir un gran cementerio militar nacional en Marjalivka ha generado fuerte oposición local. El proyecto, inspirado en el Cementerio de Arlington en EE.UU., prevé 100.000 tumbas y 50.000 nichos en una zona natural protegida por la Red Esmeralda del Consejo de Europa. La comunidad local, encabezada por la concejal Katerina Priatnekova y organizaciones como Apoyo a Marjalivka, denuncia un ecocidio que afecta fuentes hídricas vitales para 12 municipios.
El Consejo de Europa ha exigido detener la obra por su impacto ambiental y falta de estudios previos. A pesar de las sentencias judiciales que ordenan la paralización del proyecto, el gobierno insiste en continuarlo. Ya se han talado 33 hectáreas, construido infraestructuras y planeado entierros, aunque el terreno sigue sin condiciones adecuadas. Se han registrado protestas locales, intervenciones policiales y vigilancia judicial. Las ONG proponen alternativas como un centro de rehabilitación para veteranos. Aunque el objetivo del cementerio conmemorativo es apoyado por muchos ucranianos, los críticos reclaman un enfoque respetuoso con el medioambiente y la legalidad.
