Las acciones de compañías como Netflix y Disney retrocedieron el 5 de mayo luego de que el presidente Trump anunciara un arancel del 100 % sobre películas producidas fuera de EE. UU., sin detallar si aplica también a streaming. La medida, diseñada para “salvar” Hollywood, genera inquietud sobre costes adicionales y posibles represalias de otros países.
Expertos en entretenimiento advirtieron que los nuevos gravámenes podrían reducir la disponibilidad de contenidos internacionales y encarecer licencias, afectando tanto a estudios como a plataformas digitales. Además, la Bolsa de Valores de Nueva York registró un aumento de la volatilidad implícita en las opciones de empresas de medios.
Al mismo tiempo, Trump extendió su política de “máxima presión” arancelaria, afirmando que proteger la industria nacional justifica medidas drásticas, mientras inversores temen un efecto dominó en otros sectores culturales