Las autoridades de Torreón clausuraron un anexo que operaba de manera clandestina. Este establecimiento, dedicado a la rehabilitación de personas con adicciones, no contaba con los permisos necesarios para su funcionamiento. Durante la inspección, se descubrió que las condiciones del lugar eran precarias y no cumplían con las normas de seguridad y salud establecidas. Las autoridades han instado a la población a denunciar cualquier otro establecimiento que opere en condiciones similares para garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes.