Durante el arranque de la construcción del tren de pasajeros México–Querétaro en esta ciudad, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró que “México no es piñata de nadie” al referirse a las declaraciones de políticos estadunidenses que, con fines electorales, critican al país. Al término del sexenio, dijo, México contará con más de 3 000 kilómetros de vías ferroviarias, y el recorrido entre ambas ciudades tomará aproximadamente dos horas.
En su mensaje, la mandataria federal exhortó a los líderes de Estados Unidos a ocuparse de sus propios problemas y no utilizar a México como bandera política:
“Que se dediquen a hablar de su nación, que bastantes problemas tiene, y que no nos utilicen para hacer campaña, porque México les da muchas clases en valores, ética y desarrollo.”
Sheinbaum recordó también una de sus primeras conversaciones telefónicas con el expresidente Donald Trump, cuando éste le preguntó si en México se consumían drogas. La presidenta respondió que, aunque existe un problema de adicciones, “no del tamaño que tiene Estados Unidos”, atribuyéndolo al arraigo de los valores familiares en el país y a las campañas contra el consumo de estupefacientes que han impulsado con su antecesor y ahora continúan en su gobierno.
En el contexto de la nueva geopolítica bilateral —marcada por políticas arancelarias y migratorias de Washington—, Sheinbaum destacó que la Cuarta Transformación ha “recuperado la dignidad y la fuerza” del pueblo mexicano, “y nadie se la puede quitar”.
Su discurso fue interrumpido brevemente por manifestantes que, mediante un megáfono, exigían la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. La presidenta pidió continuar con el acto y se comprometió a dialogar con los inconformes al término de la ceremonia.
Más adelante, en la presentación del plan de autosuficiencia de leche fresca, Sheinbaum volvió a subrayar la importancia de la reciente reforma para que el pueblo elija a sus jueces, “un ejemplo de democracia para el mundo”.
Finalmente, intercambió elogios con la gobernadora Layda Sansores, quien celebró que la presidenta diga “con toda elegancia sus verdades” incluso a líderes extranjeros. La mandataria local manifestó que, tras el legado de Andrés Manuel López Obrador, “Claudia ha demostrado que nadie más podía llenar esos zapatos”.
