El 30 de abril de 2025, India prohibió vuelos de compañías pakistaníes sobre su territorio, como represalia al cierre del espacio aéreo indio por Islamabad tras el atentado de Cachemira.
La suspensión permanecerá vigente hasta el 23 de mayo y afecta rutas comerciales clave, encareciendo y demorando conexiones entre Asia y Europa.
Karachi y Lahore dejaron de recibir aviones de Air India y SpiceJet, mientras Pakistán mantiene prohibidos los vuelos de IndiGo y Air India en su espacio aéreo, tensión que ambos gobiernos justifican como medida de seguridad.
Aerolíneas advierten pérdidas millonarias y retrasos en la cadena logística regional.
Analistas señalan que la disputa aérea, junto al fin del tratado de aguas y al aumento de patrullas militares, convierte a Cachemira en un punto caliente con riesgo de escalada inadvertida, y subrayan la importancia de reabrir canales diplomáticos para restaurar la normalidad civil y comercial.