El artículo aborda las declaraciones recientes del Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, con respecto a las claras violaciones del derecho humanitario en Gaza. Guterres enfatizó que la brutalidad de los ataques de Hamas el 7 de octubre no justifica el castigo colectivo contra el pueblo palestino. El artículo destaca la violencia continua, el desplazamiento y la destrucción que experimentan los palestinos, así como la disminución de la esperanza de una solución política en la región.
También se mencionan las fuertes reacciones del Canciller de Israel y su representante ante la ONU, quienes exigieron la dimisión de Guterres y describieron a Hamas como queriendo destruir el mundo occidental. El artículo argumenta que las acciones de Israel no pueden justificarse como legítima defensa, dadas sus capacidades militares y el grave daño infligido a los palestinos.
El artículo señala que las potencias occidentales, incluyendo Estados Unidos y Alemania, han respaldado a Israel a pesar de las altas cifras de víctimas civiles en Gaza, y algunos países como Alemania, Francia y el Reino Unido han prohibido las manifestaciones en apoyo a Palestina, mientras que Estados Unidos ha detenido a manifestantes. Además, el Reino Unido criticó a su propia policía por no reprimir de manera más enérgica las manifestaciones antiisraelíes y presionó a la BBC para que se refiriera a los miembros de Hamas como terroristas.
El artículo concluye sugiriendo que la comunidad internacional debería respaldar a Guterres y utilizar sus declaraciones para desarrollar un plan de paz que ponga fin al conflicto en curso y garantice la coexistencia armoniosa de ambos pueblos en la región del Levante.
