El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como «un clásico sabadazo» y afirmó que el juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, José Rivas González, quien estaba de guardia, actuó por consigna al otorgar la prisión domiciliaria al exprocurador Jesús Murillo Karam. Este último enfrenta acusaciones por delitos relacionados con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, incluyendo tortura y desaparición forzada.
El Presidente reveló que está solicitando la grabación de la audiencia porque le informaron que el juez se dedicó a hablar mal de él, acusándolo de no cumplir con su compromiso de esclarecer el caso Ayotzinapa. López Obrador expresó su sorpresa por la rapidez con la que se citó a la audiencia, que normalmente tiene un plazo de 48 horas, pero en este caso se fijó en dos horas y media. Además, destacó que la Fiscalía asistió, lo que consideró «de suerte».
El presidente López Obrador señaló que el juez José Rivas González argumentó a favor de la libertad de Murillo Karam y criticó al Gobierno, afirmando que el Poder Judicial está por encima del Poder Ejecutivo. Según el mandatario, el juez manifestó que «él podía hacer lo que quisiera» y que el Poder Judicial tenía más poder que nadie.
En respuesta a la pregunta sobre si se apelaría esta decisión, López Obrador señaló que corresponde a la Fiscalía tomar esa decisión y que el reporte de la audiencia incluyó un discurso en contra de él, que consideró como una tendencia creciente en el país.
El Presidente adelantó que se ventilará el asunto en busca de purificar la vida pública y socializar la información, ya que antes estas situaciones eran desconocidas