A dos meses del intento de feminicidio contra Wendy en la colonia Las Alamedas, donde la mujer recibió cinco disparos, su familia y la sociedad han alzado la voz en demanda de justicia tras la decisión de una jueza de modificar la medida cautelar contra el presunto autor intelectual del crimen, Jesús Andrés «N», permitiéndole continuar su proceso desde su domicilio.
La agresión ocurrió el pasado 10 de enero, cuando Wendy logró llegar por sus propios medios a la Cruz Roja de Torreón, donde recibió atención médica tras los impactos de bala. Días después, la Fiscalía de Coahuila presentó ante los medios a Jesús «N» como presunto autor material y a Jesús Andrés «N» como autor intelectual del ataque, confirmando que ambos se encontraban en prisión preventiva mientras se desarrollaba el proceso judicial.
Sin embargo, el pasado 8 de marzo, en la víspera del Día Internacional de la Mujer, la jueza a cargo del caso aprobó un cambio en la medida cautelar que permite a Jesús Andrés «N» enfrentar su proceso en libertad condicional con el uso de un brazalete electrónico. Esta decisión provocó indignación entre los familiares de la víctima, quienes denuncian un posible riesgo para Wendy y su entorno.
A través de redes sociales, Karla, hija de la víctima, expresó su preocupación y exigió justicia: «No podemos permitir que esto siga así, que vuelvan a poner cinta en nuestros labios, que acallen nuestras voces y nos aten de manos». Además, aseguró que apelaran la decisión para revertirla y que Jesús Andrés «N» continúe su proceso en el CERESO de Torreón.
La familia de Wendy también responsabilizó al acusado de cualquier represalia que pudieran sufrir, subrayando el peligro que representa su liberación para la seguridad de la víctima y su entorno. «No me alcanza la mente para comprender que con todo el riesgo que representa esta nueva medida cautelar, hoy él llegue y descanse en casa cuando la única víctima aquí es mi mamá», agregó Karla.
La resolución de la jueza ha generado un fuerte debate sobre la impartición de justicia en casos de violencia de género y feminicidio en grado de tentativa, con diversas organizaciones y activistas exigiendo que se reconsidere la decisión y que se garantice la seguridad de Wendy y su familia.