Después de una intensa operación de rescate, el gobierno de México ha concluido la repatriación de mexicanos atrapados en la zona de conflicto en Israel. En una muestra de solidaridad y esfuerzo coordinado, dos aviones de la Fuerza Aérea Mexicana aterrizaron en la base militar de Santa Lucía en las primeras horas de este martes, trayendo de regreso a 275 paisanos.
El vuelo 3528 de la Fuerza Aérea Mexicana aterrizó exactamente a las 2:30 de la mañana con 137 pasajeros a bordo, seguido 11 minutos después por el vuelo 2537 con 138 mexicanos más. Los familiares de los 275 repatriados, quienes habían esperado con ansias la llegada de los aviones, expresaron su alegría con efusivas muestras de cariño.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando los familiares de Samsara, una joven de 32 años que había viajado sola a Israel para vacacionar en la «Tierra Sagrada», la recibieron con rosas y globos. A través de la ventanilla del primer avión, los familiares vieron su rostro, lo que desató un torrente de emociones, incluyendo sonrisas y lágrimas de alegría.
La madre de Samsara, visiblemente emocionada, repetía con entusiasmo: «Ahí está, la estoy viendo, yo sabía que volvería», agradeciendo a las autoridades mexicanas por su apoyo en el proceso de repatriación.
Alrededor de las 3 de la mañana, los mexicanos repatriados comenzaron los trámites migratorios para ingresar legalmente al país, poniendo fin a más de una semana de estar en medio del conflicto armado en Israel. En general, los recién llegados expresaron su gratitud por la eficiencia y la atención brindada por el gobierno mexicano durante todo el proceso.
Samsara, una de las repatriadas, elogió la labor del gobierno mexicano, afirmando: «Muy bien, todos fueron muy atentos. Durante todo el viaje nos estuvieron dando comida, preguntando si estábamos bien. Nos ayudaron en todo, se portaron increíble en todo».
Entre los repatriados se encontraba la actriz Ximena Orozco, quien compartió su experiencia: «Al principio busqué ayuda de México y no recibí mucha porque me decían que mi esposo no podía viajar conmigo, y obviamente yo iba a viajar sola. Después nos ayudaron para que él pudiera venir, y por eso decidí volver».
Para aquellos mexicanos que no fueron recibidos por sus familiares, la Secretaría de la Defensa Nacional organizó viajes en camión a diversos puntos estratégicos de la Ciudad de México, como el Aeropuerto Internacional y áreas como Polanco o Santa Fe, facilitando su traslado a sus destinos finales.
La operación de repatriación representa un testimonio de la capacidad del gobierno mexicano para actuar en situaciones de crisis y brindar apoyo a sus ciudadanos en el extranjero, asegurando su regreso seguro a casa.