La industria automotriz se encuentra inmersa en lo que se considera la cuarta revolución industrial, un cambio significativo impulsado por la creciente adopción de vehículos eléctricos, según destacan investigadores y académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante una conferencia virtual, académicos subrayaron cómo esta revolución está transformando las actividades productivas tradicionales del sector. Sergio Adrián Ordóñez Gutiérrez, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, explicó que se está produciendo un cambio en las prioridades industriales, dejando atrás las actividades centradas en la petroquímica, la metal-mecánica y la automotriz, y enfocándose en sectores como la electrónica, la informática y las telecomunicaciones.
Un aspecto clave en esta transformación son las baterías utilizadas en los vehículos eléctricos, que ahora representan hasta el 70% del valor total de un automóvil y se han convertido en componentes tecnológicos esenciales. Ordóñez Gutiérrez destacó la importancia de los materiales básicos necesarios para fabricar baterías, como las tierras raras, el litio, el grafito y el cobalto, así como el software que controla el funcionamiento de los vehículos y les proporciona características como sistemas de navegación.
Este cambio hacia los vehículos eléctricos y sus componentes está reorganizando la industria automotriz a nivel global, con la creación de nodos de producción en diferentes regiones. Destacó la dominancia del nodo asiático, liderado por China y con la participación de Taiwán, Japón y Corea del Sur, y señaló que México, aunque no es un centro de producción principal, forma parte del nodo de Norteamérica, encabezado por Estados Unidos y seguido por Canadá.
Rafael César Bouchain Galicia, investigador del IIEc, advirtió que esta cuarta revolución industrial será crucial y dejará rezagados a los países que no se adapten a ella, ya que la tecnología avanza a un ritmo acelerado y está transformando la industria automotriz de manera significativa. La transición hacia la electrificación de los vehículos es un cambio global que impacta en la economía, la producción y la competitividad de las naciones.
