Expertos alertan que el fenómeno meteorológico La Niña, que se manifiesta con lluvias extraordinarias en el sur del país, agravará la sequía que ya afecta a más del 53 % del territorio mexicano, especialmente en el noroeste. Estados como Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y Sonora se enfrentarán a una sequía extrema, lo que intensificará la crisis hídrica y sus consecuencias en diversos sectores.
América Nallely Lutz Ley, profesora e investigadora del Colegio de Sonora, explicó:
«Lo difícil es que el cambio climático altera los patrones naturales de la tierra. Altera al monzón de Norteamérica, altera a El Niño o La Niña, agudizando todo proceso, donde llueve lloverá más, lugares secos serán aún más secos».
La experta advirtió que, en un contexto de cambio climático, La Niña se ha vuelto más impredecible, lo que provocará un incremento de las temperaturas y una disminución en el volumen de las lluvias.
La Organización Meteorológica Mundial y el Instituto Internacional de Investigación sobre Clima y Sociedad han señalado que La Niña inició en el Océano Pacífico tropical en enero y ha mantenido sus efectos desde febrero hasta abril. Según el Monitor de Sequía en México, publicado quincenalmente por la Conagua, el noroeste del país ya presenta niveles de sequía que oscilan de severa a excepcional, con estados enteramente secos.
El impacto del fenómeno se extiende también al sector agrícola. En los valles agrícolas de Sonora, reconocidos como el “granero de México”, se dejaron de sembrar 234 mil hectáreas de cultivos, lo que, advierte Humberto Borbón Valencia, director del Distrito de Riego Río Yaqui, podría llevar a que numerosos productores cierren sus negocios si la situación se prolonga. Asimismo, en el sector ganadero, la sequía ha provocado una drástica reducción del hato en Sonora, donde muchos rancheros optan por vender sus animales ante el riesgo de que mueran de sed.
Ante este panorama, los expertos critican la falta de medidas de adaptación y mitigación por parte del gobierno, productores y sociedad, subrayando la urgencia de actuar frente a los efectos del cambio climático para salvaguardar la seguridad hídrica y la estabilidad de sectores clave de la economía mexicana.
