En una operación dirigida por la inteligencia israelí, la fuerza aérea de Israel anunció la eliminación de Mustafá Ahmad Shahadi, subcomandante de la fuerza de élite Radwan del grupo chiíta Hezbolá, durante un bombardeo en la región de Nabatieh, en el sur del Líbano. Según el comunicado del ejército israelí, Shahadi había estado involucrado en la preparación de numerosos ataques contra Israel y se le vinculaba con planes de infiltración en zonas cercanas a la frontera norte israelí.
Este ataque representa un nuevo revés para las capacidades operativas de la fuerza Radwan y, en general, para la organización de Hezbolá. Las fuerzas de Israel no especificaron el momento exacto del ataque, aunque se señala que es parte de una serie de acciones destinadas a debilitar al grupo libanés y a limitar sus operaciones en la región.
La muerte de Shahadi se suma a la de Ibrahim Aqil, comandante de la misma fuerza de élite, quien falleció el pasado 20 de septiembre en un bombardeo israelí en las afueras de Beirut, apenas una semana antes del atentado que acabó con la vida del líder de Hezbolá, Hasán Nasrala. Según el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, la escalada de enfrentamientos durante el último mes ha provocado que Hezbolá, considerado uno de los principales aliados de Irán en la región, haya perdido aproximadamente el 80% de sus misiles y cohetes, afectando considerablemente su capacidad ofensiva en medio de un conflicto que continúa intensificándose en la frontera.
