Lo que ocurrió en Gómez Palacio no fue un accidente ni un “mal momento”. Fue un crimen atroz, una muestra de la peor crueldad y de la impunidad que carcome a nuestra sociedad.
Sebastián “Chachito”, un niño con autismo, trabajador, noble y lleno de vida, fue arrebatado de este mundo por tres cobardes que lo retuvieron en una panadería. No bastó con sujetarlo: jugaron a la ruleta rusa con él, como si su vida valiera nada, hasta que un disparo en el pecho lo dejó sin futuro, sin sueños, sin la oportunidad de seguir ayudando a su padre.
Hoy su familia está destrozada. La comunidad está de luto. Y la pregunta es inevitable: ¿cuántos niños más deben morir para que las autoridades actúen con firmeza?
⚠️ Exigimos justicia real, no discursos vacíos.
Los responsables siguen libres, y cada minuto que pasa sin detenerlos es una afrenta más a la memoria de Sebastián y a la dignidad de la sociedad.
No fue un “hecho lamentable”, fue un asesinato brutal contra un niño indefenso.
Y un Estado que no protege a sus niños es un Estado que falla en lo más básico: la vida.
#JusticiaParaSebastián #NiUnoMás #GómezPalacio