Guarapari, Brasil.– Un episodio de violencia doméstica terminó en tragedia el pasado domingo 27 de julio en el barrio de Muquicaba, cuando una mujer de 57 años apuñaló en el pecho a su exyerno, quien presuntamente había golpeado brutalmente a su hija mientras ella cargaba a su bebé de 8 meses.
El hombre, identificado como Felipe Catanio de Araujo, de 32 años, llegó a la vivienda en una bicicleta de reparto y armado con una manopla (bóxer). De acuerdo con el reporte policial, el sujeto no aceptaba el fin de la relación con su expareja y arremetió violentamente contra ella, sin importar la presencia del menor.
Según testigos, tras el inicio del ataque, la madre de la joven intervino para defender a su hija y a su nieto, asestándole una puñalada en el pecho al agresor, quien murió en el lugar debido a la gravedad de la herida.
El caso ha generado un intenso debate en redes sociales y medios brasileños, donde muchos argumentan que se trató de un claro caso de legítima defensa. Organizaciones defensoras de derechos de las mujeres también han expresado preocupación por el contexto de violencia reiterada que vivía la víctima, la cual aún no ha sido revelada oficialmente por las autoridades.
La policía local abrió una investigación para esclarecer los hechos y determinar si se aplicará alguna responsabilidad penal a la suegra, aunque en medios judiciales se menciona la posibilidad de que actúe bajo el principio de legítima defensa de terceros, contemplado por la legislación brasileña.
