En los últimos años, diversas localidades en México han registrado temperaturas extremadamente altas, según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Entre los lugares más calurosos se encuentran Mexicali, Baja California, con una temperatura máxima de 51.1 °C, seguido de San Luis Río Colorado, Sonora, con 49.1 °C, y Ojinaga, Chihuahua, con 49 °C, entre otros.
Este aumento en las temperaturas es indicativo de los cambios climáticos que afectan no solo a México, sino al planeta en su conjunto. El calentamiento global ha sido un factor determinante en este fenómeno, causando no solo olas de calor más intensas y frecuentes, sino también fenómenos meteorológicos extremos y alteraciones en los patrones de lluvias.
Actualmente, México se enfrenta a la primera ola de calor del año, con temperaturas que podrían alcanzar hasta los 45 °C en algunas regiones, según el SMN. Se estima que esta ola de calor persistirá al menos durante tres días, con posibilidad de extenderse hasta diez días. Para todo el año, se pronostican un total de cinco olas de calor, especialmente en los estados del norte, Golfo, sureste y Pacífico del país.
Ante estas condiciones extremas, es fundamental tomar medidas de precaución para minimizar los efectos adversos del calor. Se recomienda mantenerse hidratado, incluso si no se tiene sed, evitar la exposición directa al sol durante las horas más intensas, utilizar protector solar con un FPS de 30 o superior, vestir ropa adecuada que proteja del calor y prestar especial atención a grupos vulnerables como niños, ancianos y personas con condiciones de salud crónicas.
La anticipación de estas olas de calor y la adopción de medidas preventivas son cruciales para garantizar la seguridad y el bienestar de la población durante estos eventos climáticos extremos.
