La emoción estalló entre los seguidores de Taylor Swift, los «swifties», y los fanáticos de los Kansas City Chiefs, ya que el equipo logró una victoria histórica en el Super Bowl LVIII el domingo 11 de febrero. En un emocionante encuentro contra los 49 de San Francisco, los Chiefs se alzaron con la victoria en tiempos extras, llevándose a casa el Trofeo Vince Lombardi gracias a una brillante actuación, destacando la última jugada ejecutada por su quarterback Patrick Mahomes, quien celebró con júbilo en el campo.
Mientras el estadio estallaba en jubilo, en uno de los palcos VIP, Taylor Swift compartía la alegría del triunfo junto a sus amigas Blake Lively, Ice Spice y su madre, Andrea Swift. La razón de su euforia era el éxito de su novio, Travis Kelce, quien consiguió su tercer anillo de campeonato.
Con una expresión de felicidad contagiosa, Taylor celebró con gritos, abrazos y algunas selfies, emocionada por el logro de Travis a pesar de los desafíos enfrentados contra los 49 en el campo.
Después de disfrutar unos momentos en el palco, Taylor descendió al campo del Allegiant Stadium para presenciar de cerca la premiación y escuchar las palabras de Travis dedicadas a su equipo, compañeros, seguidores y a la ciudad de Las Vegas.
Es importante destacar que Taylor Swift estuvo acompañada en el campo por su suegra, Donna Kelce, madre de Travis, lo que refleja la cálida relación de amor y respeto entre ambas.